Aquí os reflejo un post del Blog "mi mesa cojea" que me ha parecido muy bueno y del que me permito reproducirlo aqui, sin que por ello que dejéis de visitarlo y descubrir otros post de José A. Pérez (en el titulo teneis el enlace al post original):
La Iglesia católica está pasando por un momento complicado. Y me refiero a los últimos dos mil años. Primero fue toda esa mierda de que el hombre no es el centro del Universo. Luego quemar brujas poseídas por Satán empezó a estar mal visto, y las fogatas tuvieron que extinguirse con agua bendita. Después, ese imbécil depresivo de Nietzsche mató a Dios sin pedir permiso a nadie, y Belcebú, el Limbo y no sé cuántas cosas más tuvieron que convertirse en metáfora de la noche a la mañana. Y ahora, por si la depravación moral que vivimos no fuese ya suficientemente intensa, unos pocos beatos bienpensantes se rasgan las vestiduras sólo por unos pocos centenares de críos toqueteados por gente de recta moral.
Si Dios no hubiese querido tocamientos, no hubiese creado las pollas, ¿no te parece? No hubiese inventado esa insoportable presión testicular que te grita: ¡sácame de aquí, siembra tu simiente, mira ese culo, esa nuca, esa boca! Cien, doscientos, trescientos niños violados, ¿qué es eso comparado con dos mil años de caridad, bondad y perversas tentaciones en llamas?
¿Que el Papa lo sabía? Bueno, es el representante de Dios en la Tierra, no hay una cosa que el Papa no sepa. ¿Acaso es un pecado saber? ¿Acaso es un delito perdonar? No podemos criminalizar a alguien sólo por tener un código moral que nos sobrepasa. No podemos juzgar las decisiones del representante de Dios, porque sólo Dios puede juzgar eso.
Dios nos dio libre albedrío para tocar colitas de niños sordomudos y también para callarnos si nos preguntan. Nos lo dio para aprender idiomas y llegar a Papa con el peso de doscientas pollas infantes sobre la conciencia. Y Dios, no lo olvidemos, está en todas partes. En la sangre en los calzoncillos. En el semen en los libros de mates y en los barrotes de los orfanatos. Dios está en cada sistema inmunológico que falla en África y en cada euro para el Domund.
Dios dijo: propagad mi palabra. Y se hizo la multinacional más rentable de la historia del homínido. Y Dios vio que era bueno. Y dijo: inventad el pasado, cread un personaje y llamadle hijo mío. Y dijo: sed crueles y nobles en mi nombre, sed codiciosos y generosos a partes iguales. Y dijo: proclamad con igual fuerza la luz y la oscuridad, sembrad el miedo y la incertidumbre, decidles que soy amor, pero también castigo infinito. Y Dios dijo: a todo esto le llamaréis control social, que se derramará por todos vosotros para el perdón de los pecados. Y vio que era bueno.
Un alto cargo de la Iglesia católica apostólica romana se ha zumbado a más de doscientos críos con la complicidad del representante terreno del Supremo Creador. Palabra de Dios. Te alabamos, óyenos.
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