Ravi Shankar, nominado al Premio Nobel de la Paz por buscar una sociedad libre de violencia, dirige grupos de meditación en 150 países para promover valores humanos y técnicas que reducen el estrés.
Promueve la paz, la eliminación de toda forma de violencia según decía recientemente un diario argentino tras su concentración en Buenos Aires: "Miles de pares de brazos subían y bajaban al ritmo de las exhalaciones en el marco de uno de las actividades organizadas para "sentir como sube la energía". Link
Qué bonito todo, que Paz, que armonía, que bien se quedó todo el mundo... un rato de paz universal en meditación.... a lo que se me ocurren dos cosas:
1) los que pasaron por allí dejaron donaciones, recibieron sesiones exclusivas bajo pago de unos "mangos" y el gurú tuvo problemas en aduana por las divisas que llevaba... todo muy espiritual, muy universal y cósmico pero la guita es la guita!
(no tengo problemas en este aspecto, hasta cierto punto, dado que es un claro ejemplo de la doble moral y la verdadera razón en los que se basan estos medios pseudo filosoficos y motivacionales, pacificadores mundiales: la guita es la guita)
2) estos movimientos pacifistas intensos y fugaces no solucionan nada, es muy similar a la absolución cristiana: tú peca, jode al prójimo y húndelo, luego te vienes a confesar, haces una donación y te absuelvo (la vida de cualquier banquero intachable que va a misa todos los domingos es de este tipo) Esta sociedad será justa sólo, y sólo sí, estas acciones son sostenibles y asumidas en cada una de nuestras accinoes de nuestro caminar en este mundo.
Se me viene a la cabeza una idea, es como si la sociedad mundial fuera como un niño habriento que, debido a la malnutrición está aletargado, desnutrido e infradesarrollado. Entonces viene un gurú de estos viene y le da un azucarillo, sí, le es dulce y agradable... ¡Cómo rechazarlo! Le aporta la energía suficiente como para poder esperar el siguiente azucarillo pero no la necesaria para poder desarrolalrte.
Estas cosas no soluciona nada, no mejoran las sociedad, y enriquecen a algunos...
Promueve la paz, la eliminación de toda forma de violencia según decía recientemente un diario argentino tras su concentración en Buenos Aires: "Miles de pares de brazos subían y bajaban al ritmo de las exhalaciones en el marco de uno de las actividades organizadas para "sentir como sube la energía". Link
Qué bonito todo, que Paz, que armonía, que bien se quedó todo el mundo... un rato de paz universal en meditación.... a lo que se me ocurren dos cosas:
1) los que pasaron por allí dejaron donaciones, recibieron sesiones exclusivas bajo pago de unos "mangos" y el gurú tuvo problemas en aduana por las divisas que llevaba... todo muy espiritual, muy universal y cósmico pero la guita es la guita!
(no tengo problemas en este aspecto, hasta cierto punto, dado que es un claro ejemplo de la doble moral y la verdadera razón en los que se basan estos medios pseudo filosoficos y motivacionales, pacificadores mundiales: la guita es la guita)
2) estos movimientos pacifistas intensos y fugaces no solucionan nada, es muy similar a la absolución cristiana: tú peca, jode al prójimo y húndelo, luego te vienes a confesar, haces una donación y te absuelvo (la vida de cualquier banquero intachable que va a misa todos los domingos es de este tipo) Esta sociedad será justa sólo, y sólo sí, estas acciones son sostenibles y asumidas en cada una de nuestras accinoes de nuestro caminar en este mundo.
Se me viene a la cabeza una idea, es como si la sociedad mundial fuera como un niño habriento que, debido a la malnutrición está aletargado, desnutrido e infradesarrollado. Entonces viene un gurú de estos viene y le da un azucarillo, sí, le es dulce y agradable... ¡Cómo rechazarlo! Le aporta la energía suficiente como para poder esperar el siguiente azucarillo pero no la necesaria para poder desarrolalrte.
Estas cosas no soluciona nada, no mejoran las sociedad, y enriquecen a algunos...
Gurú S.A.
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