Ciertas coincidencias y decisiones personales me han llevado recientemente a pasar de empleado a posible empleador con todo lo que ello supone (bueno y malo). Ahora, en mi nueva faceta profesional (hace sólo dos años impensable), mis obligaciones son distintas y mis puntos de vista han cambiado. A pesar de esos cambios sigo considerándome progresista (es dificil de explicar lo que significa esto) pero no quiero ser rehén de las ideas y, por el contrario, ser yo quien las elija.
Toda esta introducción viene a cuento de que uno de los gurús del emprendimiento Martín Varsavsky, comentó hace un par de semanas en un "encuentro empresarial" un hecho que me llamó la atención. Se trata de la "mala fama" que tienen en nuestra sociedad los "nuevos ricos", que son desdeñados como bichos raros que deben ser repudiados, al menos yo lo sentí así durante mucho tiempo.
En contra de este pensamiento establecido se sitúan todas los razonamientos lógicos, que recojo en las siguientes preguntas...
¿Es que sólo los que tradicionalmente ricos deben seguir siendo ricos?
¿Es despreciable que alguien gane dinero rápido mientras que guarde unos principios básicos de respeto a la sociedad y a las leyes?
¿Hay algún motivo por el cual una persona que se "hace a sí misma" y tiene éxito sea despreciada por ocupar un puesto más importante del que ocupaba antes?
No soy un nuevo rico, por supuesto, ni tengo relacion con nadie así, pero creo que es necesario cambiar este preconcepto si queremos una sociedad más justa y que se mueva en base a trabajadores dinámicos y no a personas de clases estáticas.
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