Decimos a los confusos, Conócete a ti mismo,
como si conocerse a si mismo no fuese la quinta y más difícil operación de las aritméticas humanas,
decimos a los abúlicos, Querer es poder,
como si las realidades atroces del mundo no se divirtieran invirtiendo todos los días la posición relativa de los verbos,
decimos a los indecisos, Comenzar por el principio,
como si ese principio fuese la punta siempre visible de un hilo mal enrollado del que bastase tirar y seguir tirando hasta llegar a la otro punta, la del final,
y como si, entre la primera y la última, hubiéramos tenido siempre en las manos un hilo firme y continuo del que no ha sido necesario deshacer nudos ni desenredar marañas,
cosa imposible que suceda en la vida de los ovillos,
y, si se nos permite otra frase de efecto, tampoco en los ovillos de la vida.
como si conocerse a si mismo no fuese la quinta y más difícil operación de las aritméticas humanas,
decimos a los abúlicos, Querer es poder,
como si las realidades atroces del mundo no se divirtieran invirtiendo todos los días la posición relativa de los verbos,
decimos a los indecisos, Comenzar por el principio,
como si ese principio fuese la punta siempre visible de un hilo mal enrollado del que bastase tirar y seguir tirando hasta llegar a la otro punta, la del final,
y como si, entre la primera y la última, hubiéramos tenido siempre en las manos un hilo firme y continuo del que no ha sido necesario deshacer nudos ni desenredar marañas,
cosa imposible que suceda en la vida de los ovillos,
y, si se nos permite otra frase de efecto, tampoco en los ovillos de la vida.
...sencillamente Saramago
No hay comentarios:
Publicar un comentario